Dentro de nosotros reside
un gran poder creador.
Cuando nos desconectamos de ese poder, comenzamos a sentir que estamos luchando contra corriente. Al reconectar y recordar nuestra verdadera esencia, la lucha se detiene y comenzamos a fluir de nuevo. En ese fluir se encuentran nuestros sueños y nos re-alineamos con nuestro poder de creación.